Un hogar con alma en Beato de Liébana: luz, tranquilidad y una ubicación que lo tiene todo
Si llevas tiempo buscando un piso que te haga sentir en casa desde el primer momento, este cuarto piso en Beato de Liébana puede ser justo lo que necesitas.
Con 88 m² llenos de luz y posibilidades, esta vivienda completamente exterior te regala sol desde que amanece hasta que anochece. Imagina empezar el día en un salón luminoso, con el café caliente en la mano y la ciudad despertando a tus pies. O cocinar tu receta favorita en una cocina totalmente reformada, pensada para disfrutar del día a día con comodidad.
Cuenta con tres habitaciones acogedoras, un salón amplio, baño completo, y está en un estado de conservación estupendo, listo para que le pongas tu toque personal. Un piso con historia, pero también con presente.
El edificio, del año 1960, está cuidado al detalle y en perfecto estado. Y lo mejor: dispone de aparcamiento privado para residentes. Una auténtica joya si valoras la tranquilidad de llegar a casa y tener siempre sitio para tu coche, sin vueltas ni estrés.
Estás a un paso de todo, en una zona con vida, servicios, buenas comunicaciones y ese encanto que solo tienen los barrios con alma.
Ven a visitarlo, imagina tu vida aquí y empieza a hacerla realidad.
Un hogar con alma en Beato de Liébana: luz, tranquilidad y una ubicación que lo tiene todo
Si llevas tiempo buscando un piso que te haga sentir en casa desde el primer momento, este cuarto piso en Beato de Liébana puede ser justo lo que necesitas.
Con 88 m² llenos de luz y posibilidades, esta vivienda completamente exterior te regala sol desde que amanece hasta que anochece. Imagina empezar el día en un salón luminoso, con el café caliente en la mano y la ciudad despertando a tus pies. O cocinar tu receta favorita en una cocina totalmente reformada, pensada para disfrutar del día a día con comodidad.
Cuenta con tres habitaciones acogedoras, un salón amplio, baño completo, y está en un estado de conservación estupendo, listo para que le pongas tu toque personal. Un piso con historia, pero también con presente.
El edificio, del año 1960, está cuidado al detalle y en perfecto estado. Y lo mejor: dispone de aparcamiento privado para residentes. Una auténtica joya si valoras la tranquilidad de llegar a casa y tener siempre sitio para tu coche, sin vueltas ni estrés.
Estás a un paso de todo, en una zona con vida, servicios, buenas comunicaciones y ese encanto que solo tienen los barrios con alma.
Ven a visitarlo, imagina tu vida aquí y empieza a hacerla realidad.